¿Acabas de empezar en el cuidado de personas? Comienza por aquí

Si estás empezando en el mundo del cuidado de personas, ya sea como cuidador familiar o profesional, seguramente tendrás muchas preguntas y muchas dudas.

Esas preguntas tendrán que ver con aspectos relacionados de la persona a la que cuidas, pero dependiendo de la situación creo que también te habrán rondado la cabeza otra serie de preocupaciones relacionadas con tu futuro.

Es completamente normal. Lo extraño sería que no te surgieran preguntas y dudas frente a esta nueva situación.

Tanto si estás empezando como si ya tienes experiencia en el cuidado de personas es importante tener presentes las bases.

Son cosas muy sencillas pero claves para realizar un buen trabajo.

Conoce a la persona que cuidarás

Lo primero y más importante es conocer bien a la persona que vas a cuidar.

Cuando te digo conocer es conocer de verdad.

Esto va más allá de memorizar los medicamentos y saber cuándo tiene cita médica la persona a la que cuidas.

Para eso ya está Maitasune.

Tú preocúpate de lo importante, la parte más humana.

Y aquí, déjame que te diga algo importante. Si la persona a la que vas a cuidar es alguien nuevo en tu vida, quizás te parezca más sencillo porque todo será descubrir desde cero. Pero, ojo, si vas a cuidar a un familiar, a alguien que ya forma parte de tu vida, tengo un consejo clave para ti: esfuérzate en desaprender. No caigas en la trampa de pensar que ya lo sabes todo sobre esa persona.

Volviendo a lo que te quería decir: intenta averiguar sus gustos, preferencias, y rutinas diarias.

Esto te ayudará a crear un ambiente cómodo y de confianza para ambos.

Pregúntale sobre sus alimentos favoritos, actividades de ocio, y su música preferida.

Anótalos. Ya sabes dónde. (En Maitasune)

Recuerda, cuidar es también hacer compañía.

Establece una rutina diaria

Este consejo es universal. También vale para ti.

La rutina proporciona estabilidad, tranquilidad y muchos beneficios para la salud.

Entiende la rutina como un conjunto de hábitos y pautas diarias que ayudan a simplificar tu vida y la de la persona a la que cuidas. No importa la edad.

Algún día profundizaremos en los beneficios de adoptar una rutina pero quédate con esto:

Una rutina diaria ayuda a minimizar la confusión y proporciona una sensación de estructura y seguridad.

Cuida y cultiva una buena comunicación.

La comunicación es fundamental.

Siempre habla de manera clara y directa, pero con empatía y respeto.

A veces, especialmente en casos de enfermedades que afectan la capacidad cognitiva, puede ser desafiante entenderse.

De nuevo, sepárate de la manera en la que te relacionas en tu día a día con la gente y prueba. Ensayo y error.

Mantén la paciencia y prueba diferentes formas de comunicarte.

En Maitasune hablaremos sobre la importancia de una comunicación efectiva y estrategias en muchas ocasiones, pero es necesario que sientes este punto como una base.

CO-MU-NI-CA-CIÓN.

Cuídate

Cuidar de alguien más puede ser muy demandante. Por eso, es vital que también cuides de ti mismo/a.

Recuerda que, para cuidar bien, necesitas estar bien.

Habrá veces en las que pienses que estás siendo egoísta por dedicarte tiempo a ti, pero cuidarte no es un acto de egoísmo, sino una necesidad.

Tú también vas a necesitar que otras personas te cuiden, te den cariño y te escuchen.

Sobre todo, eso, que te escuchen.

Recuerdo una conversación con una amiga que me contaba cómo su pareja, cada vez que ella tenía un problema intentaba darle diferentes alternativas para solucionarle la vida. Pero es que la mayoría de las veces con la compañía, con saber que tenemos a alguien al lado puede ser suficiente.

Esto último también vale para la relación que tengáis tú y la persona que esté a tu cargo.

Ahora, ya tienes los pilares fundamentales para comenzar esta travesía. Sí, puede que haya días difíciles, casi seguro que los habrá.

No te quiero desanimar y mucho menos mentir.

Pero también habrá momentos llenos de gratitud y crecimiento personal.

¡Buena suerte y no olvides cuidarte!

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